12 noviembre 2012

2012: El fin de la odisea


La generación del fin del mundo, así nos autodenominamos en un afán de hacernos especiales. 12 largos años, entre torturas y placeres, entre llantos y alegrías, entre motivación y pereza, nuestra vida escolar era un vaivén como el del péndulo de un reloj que esta por terminar.
12 años, y aun recuerdo cuando entre por la puerta principal del colegio... o quizá por el portón  mi memoria es frágil y mezcla recuerdos con mi imaginación, el hecho es que hace 12 años nos internamos en un mundo extraño y maravilloso, pero ahora es tiempo de abandonar la capsula si nos atrevemos, estamos a puertas, a metros de salir de una etapa que marcó nuestra vida para siempre y desde aquí el pasado parece un milenio.

Recuerdo cuando era niño, cuando nos orinábamos en clase, cuando pegábamos nuestros mocos en la parte baja de la mesa, cuando tirábamos plasticina al techo, que no alcanzamos el lavamanos, cuando nuestras manos se manchaban con tempera y nuestro delantal pasaba de ser café a ser multicolor, que el baño de niñas era un misterio para nosotros, recuerdo las risas, recuerdo al niño que lloraba el primer día de clases cuando abandonado por sus padres pasaba a ser parte de una familia extraña compuesta por 40 individuos.
Recuerdo cuando nos juntábamos en grupos y nos creíamos grandes, cuando el corazón quedaba en la rodilla, recuerdo la llegada de las niñas al colegio, recuerdo a la vieja Carmen que tan mal me caía, recuerdo cuando dejamos de decir tía y pasamos a decir profesores, cuando dejamos de correr de un lado a otro para juntarnos a conversar, cuando el sexo era tópico recurrente, las pajas, las paginas pornos, rubias19; recuerdo el cambio de patio, las asignaturas que se dividían en varias, recuerdo pensar que era grande.
Recuerdo como me enamore, recuerdo las veces que fui rechazado, recuerdo el paso a media y la complejidad de las cosas, a mi primera polola, a mi primer gran dolor, a la decepción y al reencuentro de viejas amistades, al olvido de falsas amistades, a la complejidad de las cosas, a la preocupación de las notas y la despreocupación de religión, recuerdo los amores y la primera relación sexual, recuerdo la pena y el alcohol, recuerdo la inmadurez que nos envolvía, recuerdo pensar que era grande.
Recuerdo cuando veía que 4º medio era algo lejano y que la PSU iba a tardar, que la universidad era algo para años más, recuerdo mi inserción en el mundo fuera del colegio y como mis ojos se abrían a una vida ajena, que había vida en Marte, recuerdo las cañas, los cagazos de ebriedad, recuerdo la fortificación y reunión con amistades que no tenía desde el primer ciclo básico y que ahora son mis mejores amigos, recuerdo a aquellos que nunca lo dejaron de ser. Recuerdo pensar que era grande.

Recuerdo que ya estaba en 4º Medio y que no pensaba en el fin de año, pero aquí estamos a un par de días de salir y es un extraño show. Nunca pensé que debía despedirme de la mesa donde almorzaba, de las salas donde me eduque, de los profesores que se transformaron en papás y otros que se trasformaron en amigos.
A lo largo de los años he visto como la pelá de algunos crece, como la voz de mis amigos pasó de aguda a grave, como los chicos se hicieron altos y como otros se quedaron iguales, todo es diferente ahora a como fue hace 12 años cuando mis papás me fueron a dejar.

Es una sensación extraña, como cuando sabes que una canción se acabara pero no quieres que lo haga, pero el planeta tierra es azul y no hay nada que pueda hacer.

El colegio ya hecho raíces en mi, que en mi caso vienen desde hace más de 160 años, nos mostró un camino, nos encerró en una capsula y nos preparo para lanzarnos al universo, nos puso nuestro casco y nos dió nuestra pastilla proteínica, porque el colegio es tan solo un largo sendero por el cual debemos pasar, un camino lleno de bellísimos recuerdos.Estamos viejos, crecimos, pero aun no somos grandes y tengo miedo, miedo a no estar listo para lo que me espera afuera, no quiero crecer, no quiero tener responsabilidades, pero la vida es un suceso inevitable y es en este momento cuando entiendo porque mi mamá me decía cuanto tenía que aprovechar mi juventud, mi vida escolar.

Estoy a pasos de salir por una puerta por la que entre hace 12 años, si estamos preparados poco importa considerando lo poco que nos queda, sin embargo es hora de hacer las pases con nuestros dioses, de finalizar esos pequeños rituales que ya no volverán a ocurrir, como almorzar juntos o lavarnos los dientes en grupo, mover al que hueon que orina en el meadero, pegarle un pape al del lado, declararte por ultima vez, enamorarse, copiar en las pruebas, ser silenciado por un profesor, dormirse en la clase que toca después de almuerzo.

Tal como en un libro de cuentos infantiles es hora de decir buenas noches, es hora de despedirnos y de partir.

Buenas noches, pupitre.
Buenas noches, pizarra.
Buenas noches, sala.
Buenas noches, curso de al lado.
Buenas noches, patio.
Buenas noches, inspectores Tapia, Fifi, Cerda, Torres y García.
Buenas noches, niños de otros cursos.
Buenas noches, profesores.
Buenas noches, taller de artes.
Buenas noches, Tulio.
Buenas noches, sala de computación.
Buenas noches, UTP.
Buenas noches, biblioteca.
Buenas noches, Martita.
Buenas noches, virgen del patio.
Buenas noches, búhos y túneles del colegio.
Buenas noches, gimnasio, cancha de tierra, comedor y portón metálico.
Buenas noches, camioneta del Elson.
Buenas noches, Padre Daniel, Mauricio, Leon.
Buenas noches, Padre Pichetti.
Buenas noches, Patio de básica.
Buenas noches, Caballo de Troya.
Buenas noches, pasillo rojo.
Buenas noches, escalera verde.
Buenas noches, baño de niños.
Buenas noches, sala de primero básico.
Buenas noches, Tia Letticia, Profesora Zenedia.
Buenas noches, Navea, Claudio, Ivan.
Buenas noches, uniforme y corbata.
Buenas noches, insignia.
Buenas noches, generación del 2012.
Buenas noches, Seminario Conciliar.
Buenas noches a todos.