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Unknown
Todos en el fondo tienen un una voz que les hace creer en algo, Dios, en no dios, en santos, etc, aun cuando nadie a visto a "ciencia cierta" a una de estas entidades, sin embargo seguimos rezándole o pidiendo por si acaso, quizás así se cumplan cada una de nuestras expectativas, entonces... ¿cual es la diferencia entre rezarle a Dios Católico Apóstolico que a rezarle a Superman o a Felipe Camiroaga? Pues, ninguna.
¿Pero como puede ser esto posible? Fácil, se llama magia, y no digo magia como la del Harry Potter donde se tiran rayitos con baritas y esas cosas, digo magia real o al menos la que se considera real luego de la corriente mágica filosófica del siglo XX: la magia del caos.
Y como dijo Aleister Crowley no es algo de que estos seres o entidades existan o no, no depende ello, depende de nosotros y como vamos configurando nuestra realidad en base a nuestros deseos, porque en el fondo todo en lo que creemos, en lo que ven nuestros ojos, todo es una idea, una idea que está en nuestro subconsciente y la magia es una forma de llegar al subconsciente y moldearlo para que influya en el mundo "real". Pero... ¿qué es real?
Cuando uno sueña cree que está viendo algo real y no es hasta el momento en que despertamos en que nos damos cuenta que no lo es, y hay veces en que podemos modelar el sueño a nuestra manera y tener un sueño lucido, a lo que voy es que la realidad y como la conocemos es la que nuestros sentidos nos dictan pero nunca estaremos seguros de que es real al menos que alguien o algo nos indique lo contrario, por lo tanto que mejor que jugar con la actual realidad a nuestro antojo para poder llevar una vida mejor. Es esto una locura, bueno si, pero también lo es creer en un ser gigante que nos mira siempre y que nos castigara si hacemos algo malo o en su hijo carpintero que andaba en túnicas y murió hace 2000 años.
Los tibetanos creían y afirmaban que el universo entero es armado a través de todas las mentes conectadas, que todos vivimos un sueño común producto del imaginario colectivo, por lo tanto si ponemos de nuestro esfuerzo podemos modificar la realidad como queramos a través de la invocación de ideas, ya que estas son más fuertes que la muerte, son colectivas y se pueden traspasar entre las personas más rápido que un virus.
Por lo tanto al rezar no estamos más que invocando a Dios a través de la oración para que interceda por nosotros, y porqué Dios, pues es porque es la idea más arraigada a nuestra cultura occidental. Pero por lo mismo podemos rezarle a cualquier huea, si en el fondo todas las ideas están en nuestras mentes, desde Superman hasta John Lennon o el Guatón de la Flauta.
Con la magia podemos jugar con las probabilidades de ganar en la realidad, es como poner cheat codes en el código del juego, podemos invocar seres, podemos hacer rituales, podemos hacer sigilos de poder, podemos nadar desnudos en el rio Mapocho, podemos quedarnos despiertos toda una noche con el fin de que se realice algo, cualquier cosa sirve, real o inventada por uno mis, mientras estemos seguros de ello nuestro acto mágico cumplirá su fin.
Por ejemplo, a veces uno empieza a tararear una canción de la nada y de repente en la radio suena esa canción o alguien pasa escuchándola o otra persona la empieza a tararear, otro ejemplo podría ser cuando uno piensa en una persona y al rato después esta lo llama por teléfono o se la encuentra en la calle.
Lo que he querido decir a lo largo de todo esto es que la magia y la fe se componen por dos cosas muy importantes, no son más que la esperanza y la voluntad mezcladas de una forma mistica, ya que al entender que nada es completamente real seremos capaces de crear nuestras propias realidades a través de la un acto de voluntad muy grande, la cosa es confiar, siempre hay que confiar para que algo se cumpla, la magia no es más que un positivismo practicable y mejorable, así que pesquen su pito de marihuana, su papeles y lapices, su ropas, incluso sin ropas o solo recen invoquen seres imaginarios para complacerse con la ayuda de su ser mágico, porque todos somos unos putos magos, tu, yo, la señora de la esquina, todos.
¿Qué si yo lo he hecho? Si y me ha funcionado bien en la medida que uno hace bien la huea, pero de eso hablaremos en el próximo capitulo.
Ahreloco.
¿Pero como puede ser esto posible? Fácil, se llama magia, y no digo magia como la del Harry Potter donde se tiran rayitos con baritas y esas cosas, digo magia real o al menos la que se considera real luego de la corriente mágica filosófica del siglo XX: la magia del caos.
Y como dijo Aleister Crowley no es algo de que estos seres o entidades existan o no, no depende ello, depende de nosotros y como vamos configurando nuestra realidad en base a nuestros deseos, porque en el fondo todo en lo que creemos, en lo que ven nuestros ojos, todo es una idea, una idea que está en nuestro subconsciente y la magia es una forma de llegar al subconsciente y moldearlo para que influya en el mundo "real". Pero... ¿qué es real?
Cuando uno sueña cree que está viendo algo real y no es hasta el momento en que despertamos en que nos damos cuenta que no lo es, y hay veces en que podemos modelar el sueño a nuestra manera y tener un sueño lucido, a lo que voy es que la realidad y como la conocemos es la que nuestros sentidos nos dictan pero nunca estaremos seguros de que es real al menos que alguien o algo nos indique lo contrario, por lo tanto que mejor que jugar con la actual realidad a nuestro antojo para poder llevar una vida mejor. Es esto una locura, bueno si, pero también lo es creer en un ser gigante que nos mira siempre y que nos castigara si hacemos algo malo o en su hijo carpintero que andaba en túnicas y murió hace 2000 años.
Los tibetanos creían y afirmaban que el universo entero es armado a través de todas las mentes conectadas, que todos vivimos un sueño común producto del imaginario colectivo, por lo tanto si ponemos de nuestro esfuerzo podemos modificar la realidad como queramos a través de la invocación de ideas, ya que estas son más fuertes que la muerte, son colectivas y se pueden traspasar entre las personas más rápido que un virus.
Por lo tanto al rezar no estamos más que invocando a Dios a través de la oración para que interceda por nosotros, y porqué Dios, pues es porque es la idea más arraigada a nuestra cultura occidental. Pero por lo mismo podemos rezarle a cualquier huea, si en el fondo todas las ideas están en nuestras mentes, desde Superman hasta John Lennon o el Guatón de la Flauta.
RIPAntes, cuando uno tenia una inquietud acudía a los chamanes, personas muy conectadas a lo natural, a la persona misma y su subconciente, a los deseos personales y capaz de comprender lo que le pasaba a una persona y ayudarla a través de la sugestión con sus hierbas locas, su cantos y vibraciones y un poco de psicología antes de esta misma. Ahora los chamanes son pocos pero existen, los psicologos, los viejitos curaos de las calles incluso los artistas, porque el artista es capaz de materializar a través de una obra una idea que esté en su cabeza, volverla real y eso queridos amigos, eso es magia.
Con la magia podemos jugar con las probabilidades de ganar en la realidad, es como poner cheat codes en el código del juego, podemos invocar seres, podemos hacer rituales, podemos hacer sigilos de poder, podemos nadar desnudos en el rio Mapocho, podemos quedarnos despiertos toda una noche con el fin de que se realice algo, cualquier cosa sirve, real o inventada por uno mis, mientras estemos seguros de ello nuestro acto mágico cumplirá su fin.
Por ejemplo, a veces uno empieza a tararear una canción de la nada y de repente en la radio suena esa canción o alguien pasa escuchándola o otra persona la empieza a tararear, otro ejemplo podría ser cuando uno piensa en una persona y al rato después esta lo llama por teléfono o se la encuentra en la calle.
Lo que he querido decir a lo largo de todo esto es que la magia y la fe se componen por dos cosas muy importantes, no son más que la esperanza y la voluntad mezcladas de una forma mistica, ya que al entender que nada es completamente real seremos capaces de crear nuestras propias realidades a través de la un acto de voluntad muy grande, la cosa es confiar, siempre hay que confiar para que algo se cumpla, la magia no es más que un positivismo practicable y mejorable, así que pesquen su pito de marihuana, su papeles y lapices, su ropas, incluso sin ropas o solo recen invoquen seres imaginarios para complacerse con la ayuda de su ser mágico, porque todos somos unos putos magos, tu, yo, la señora de la esquina, todos.
¿Qué si yo lo he hecho? Si y me ha funcionado bien en la medida que uno hace bien la huea, pero de eso hablaremos en el próximo capitulo.
