13 diciembre 2013

En el nombre del Viejo Pascuero

La otra vez mi hermano chico me preguntó porque celebrábamos la navidad (obviamente no somos una familia muy católica que digamos...). Le expliqué que era más que nada la conmemoración del nacimiento de Jesús y huea, pero él me miró y me dijo: No creo.
Al principio me pareció chocante, no soy creyente, pero es bastante raro que alguien no reconozca el verdadero origen de la celebración como relevante, pero ahora con los días me he dado cuenta que quizá el tenía más razón de la que yo creía tener.



En todas las casas que se celebra la navidad hay al menos un árbol iluminado, pero no así un pesebre, ¿a dónde quiero llegar? ¿Qué chucha estamos celebrando? Estamos ante lo que se denomina Neo-Paganismo, la adoración de una imagen no perteneciente a un religión propiamente tal pero que se le venera como tal, y no hay nada más universal que el Viejo Pascuero, o sea por Dios, yo creo que hay más gente que celebra la Navidad de la que va a Misa.
Inconscientemente adornamos nuestras casas con colores verdes y rojos, con cosas que asemejan a la nieve cuando en este hemisferio hay como 40 grados, las mismas leyes estatales permiten la celebración de la Navidad, hacen que podamos salir tempranos de nuestras pegas y huea; casi todo el mundo invoca a un gordo barbón vestido de rojo todos los 25 de diciembre para que nos traiga regalos y unión familiar, lo esperamos con una buena cena escuchando cánticos en nombre de esta fecha, los locales comerciales se empapelan en decoración navideña como en ninguna otra celebración pseudoreligiosa, ni siquiera en las oficiales, el Viejo Pascuero es el dios universal del consumismo actual, la familia y la abundancia.

¿Aun no me creen? Los dioses, todos los dioses tienen maneras de ser invocados, un sistema de moral con castigo y premios, una comunión y un símbolo de agradecimiento.
Por ejemplo en la religión católica, Dios premia a los buenos con el cielo y a los malos con el infierno, tenemos días en los que se le celebra; su comunión es la Misa donde "todos" nos reunimos; se le invoca a través de la oración, el ayuno y las buenas acciones y lo aceptamos a través del vino y el pan sin levadura.

En el caso del Viejo Pascuero es exactamente lo mismo, cada año nos juntamos a celebrar su llegada, nos preparamos durante semanas adornando nuestra casa con elementos para hacerlo sentir cómodo: pinos luminosos, guirnaldas, etc. El día de su llegada celebramos su comunión de manera casi inconsciente, la cena familiar sería el homologo a la misa católica, la preparación y espera a su llegada en comunión, incluso esta figura tiene su forma de castigar las malas acciones trayéndote carbón pero si es que te portaste mal o regalos si te portaste bien, incluso tiene sus propios profetas vestidos como él en la calles, uno sabe que no son él pero los trata como tal. También, aunque está tradición es más gringa, se le suele agredecer con leche y galletas, casi como el vino y pan para Jesús.

El Viejo Pascuero, gracias a la globalización y al consumo, se ha convertido en la primera experiencia divina ue tenemos de cabrochico, incluso antes que el Dios católico, al menos eso te dirán los niños. Ellos se portan bien porque quieren regalos no porque creen que se irán al infierno, ningún papá le dice a su hijo "portate bien o te vai a quemar toda la eternidad en el averno" No, dicen que el Viejito no te traerá lo que quieres a fin de año.
Seguro van a decir "Pero cómo chucha vai a creer en el Viejo Pascuero y no en Dios", yo respondo, no he visto a ninguno de los dos, no he presenciado a ninguno de los dos, los milagros de Dios se le atribuyen aun cuando el que salvó una vida fue un médico, o sea, aunque mis padres me entreguen los regalos en la mano puedo creer que el Viejo Pascuero se lo pasó.

A lo que voy es que debemos creer en lo que queramos creer, en lo que nos conviene creer, nadie tiene la razón absoluta, todo es real mientras creamos en ello.
Feliz Naviad, espero que no reciban un carbón este 25. ;)